Nunca Cortes un Árbol en invierno...
Recuerdo que un invierno mi papá
necesitaba leña, así que buscó un árbol muerto y lo cortó.
Pero luego, en la primavera, vio,
desolado, que al tronco marchito de ese árbol le salieron brotes nuevos.
Mi padre dijo: "Estaba seguro de
que ese árbol estaba muerto. Había perdido todas las hojas en el invierno.
Hacía tanto frío, que las ramas se quebraban y caían como si no le quedara al
viejo tronco ni una pizca de vida. Pero ahora advierto que aún alentaba la vida
en aquel tronco".
Y volviéndose hacia mí, me aconsejó: “Nunca olvides esta importante lección. Jamás cortes un árbol en
invierno”. Jamás tomes una decisión negativa en tiempo
adverso. Nunca tomes las más importantes
decisiones cuando estés en tu peor estado de ánimo.
¡Espera!. Sé paciente. La tormenta
pasará. Y recuerda que la Primavera volverá".
Autor: Robert Schuller
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